EMPANADITAS DE MANZANA

Para hacer la masa: Combiná la harina, la sal y el azúcar en un tazón. Con un cortapastas, cortá y mezclá la NUMAR y la manteca fría en la mezcla de harina. Si no tenés cortapastas, utilizá las yemas de los dedos y trabajando rápidamente, frotá la NUMAR y la manteca con la harina hasta que se vea como migajas gruesas. Rociá agua helada sobre la mezcla, una cucharada a la vez. Usando un tenedor, mezclá hasta que la harina se humedezca uniformemente y la masa comience a limpiar los lados de la taza. Trabajá la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y con las manos enharinadas, formá la masa en 2 discos pequeños y envolvé cada uno en papel plástico. Refrigerá hasta que esté firme, aproximadamente 1 hora o toda la noche. Para hacer las empanaditas: En una superficie ligeramente enharinada, estirá una de las bolas de masa. Con un cortador de galletas, cortá la masa en rodajas. Batí el huevo y el agua a la ligera y con una brocha de pastelería, barnizá las rueditas de masa con la mezcla de huevo en un lado de la masa. Pelá las manzanas. Cortalas en dados o cuadritos pequeños. Mezclá con el jugo de limón, el azúcar, la canela y la harina en un tazón grande. Con ayuda de una cuchara colocá relleno en el centro de cada rueda de la masa. Doblá en una media luna y con un tenedor sellá los bordes de cada empanada. Hacé unos cuantos agujeros en la parte superior con los dientes de un tenedor, para que salga el vapor durante la cocción. Barnizá nuevamente con la mezcla de huevo, para darle a las empanaditas un acabado brillante. Refrigerá las empanadas mientras el horno está precalentando. Precalentá el horno a 180 grados Celsius. Cubrí bandejas para hornear con papel de aluminio para atrapar los jugos, y colocá las empanaditas. Horneá hasta que la masa esté dorada y los jugos estén burbujeando. Dejá enfriar completamente sobre una rejilla y luego disfrutá.