Adiós al sedentarismo, bienvenida la vida
El sedentarismo en uno de los mayores problemas de la sociedad moderna. Puede afectar tanto a jóvenes como a adultos y puede convertirse en un problema grave dado que propicia la aparición de diversas enfermedades. Si a esto además se le suma una dieta inadecuada, las consecuencias pueden ser peores.
Si tenés un trabajo sedentario en una oficina, por ejemplo, debés optar siempre por cenas y comidas que incluyan porciones adecuadas de verduras, carnes magras y fibra. Pero no solo esto, también debés procurar moverte, dado que la inactividad puede deteriorar la función músculo-articular y dificultar la circulación arteriovenosa y linfática, así como promover un aumento de peso que puede ocasionar obesidad y otras enfermedades.
Cómo combatir el sedentarismo y las enfermedades derivadas
El sedentarismo afecta tu calidad de vida debido a que es la vía para la adquisición de diversas enfermedades. Por ello, es fundamental combatir este problema. Estas son algunas formas de hacerlo.
● Caminar
Si tenés una vida sedentaria, el primer paso que debés dar es empezar a caminar. Tan solo necesitás 30 minutos al día para activar tus músculos y tu circulación. No debés hacerlo a paso acelerado, sino más bien ligero. Si no podés hacerlo durante media hora, caminá al menos 10 minutos; es mejor que no hacer nada. Poco a poco los convertirás en un hábito.
● Subir las escaleras
Una buena forma de hacer ejercicio es subiendo escaleras. De hecho, hay entrenamientos que consisten en hacer esta actividad. Una gran ventaja de esta práctica es que el cuerpo es capaz de seguir quemando calorías incluso cuando se detiene. Así que la próxima vez que te toque escoger entre un ascenso o usar las escaleras, elejí las escaleras.
● Pasear a tu perro
Si no te animás a salir a caminar y tenés mascota, podés llevarlo de paseo. Tu mejor amigo te acompañará a dar unas vueltas para estirar los músculos, al tiempo que te distrés y te ejercitás también. Es un doble beneficio.
● Ordenar la casa
Las tareas del hogar también te ayudarán a mantenerte activo. Elejí una sección de la casa y dedicá un día a ordenarla. Organizá tu ropa o tus muebles, limpiar ventanales e incluso el piso te permitirá ponerte en movimiento al tiempo que limpiás tu casa.
● Preparar tus propias comidas
Para tener una vida más saludable, además de hacer alguna actividad física, debés alimentarte correctamente. Para ello, no hay nada mejor que preparar las comidas en casa, ya que así podrás controlar los alimentos que consumís, así como las porciones. Asegurate sobre todo de preparar cenas saludables y livianas, ya que no es bueno comer muy pesado en las noches.
Hay muchas formas de mantenerse activo. Podés bailar, patinar, hacer spinning, bicicleta o yoga. Cualquiera de ellas te ayudará a mover tu cuerpo. Combiná tus actividades físicas con cenas saludables y de seguro te sentirás mejor física y emocionalmente.